Estructuras metálicas singulares: el puente de Broooklyn

En la segunda mitad del siglo XIX, la creciente metrópolis de Nueva York dependía de la amplia vía marítima del East River. Hasta entonces, la gente y las mercancías solo podían cruzar de Brooklyn a Manhattan en ferry. Una distancia de menos de 2 km que hacía que el río estuviese plagado de barcos y que la ajetreada vida que la urbe empezaba a albergar se complicase muchísimo.

En 1887 el tráfico se detuvo de repente cuando el agua quedó completamente congelada como consecuencia de una ola de frío sin igual que hizo bajar las temperaturas de manera drástica y puso de manifiesto la necesidad de una estructura de conexión permanente entre las dos partes que garantizase el tráfico de mercancías, con independencia de las condiciones climatológicas. En definitiva, se necesitaba un puente que permitiese un transporte y comercio estables. Así nació el tan famoso y fotografiado puente de Brooklyn, una estructura metálica que pasó a ser emblema de la ciudad e icono del cine.

John A. Roebling
John A. Roebling

El encargado de llevar a cabo tan magna obra fue el ingeniero, nacido en Alemania, John Augustus Roebling y su trabajo sigue inspirando, todavía hoy, a sus compañeros de profesión. El simple hecho de conectar una distancia tan amplia a esa altura – no hay que olvidar que por debajo debían seguir circulando los barcos- era un avance importante. Hasta la fecha no se había construido ningún otro puente que se acercase a esa embergadura.

La construcción del puente de Brooklyn comenzó el 2 de enero de 1870 y concluyó trece años más tarde, el 24 de mayo de 1883, cuando fue abierto al público. En el momento de su inauguración, era el puente colgante más grande del mundo (mide 1,825 metros de largo y la luz entre pilares es de 486,3 metros), récord de luz hasta que en 1889 se construye el Forth Bridge, con una luz máxima de 521 m.

Cabe destacar, que su construcción fue posible gracias al uso que hizo Roebling de un nuevo material: el acero. Así pues, construir el puente de acero en vez de en mampostería, convirtió el proyecto en una obra de ingeniería dado que fue el primero suspendido mediante cables de acero, material del que estaban hechos tanto el tablero como los cables.

Como bien sabemos en Serycoin, el acero es más resistente, ligero y flexible que el hierro pero el alemán decidió explotar sus propiedades aún más en los cuatro enormes cables de suspensión dado que cada cable está compuesto por cientos de hilos de acero que hacen que sean súper resistentes y súper seguros. Se trata de una tecnología más que probada científicamente.

puente 2En el caso del puente de Brooklyn, cada cable está compuesto por 5.296 hilos. Los hilos se agrupan, dando lugar a estructuras metálicas trenzadas, y se encajan entre sí para crear el cable principal. Se trata de un avance significativo ya que antes de su aparición se empleaban sistemas como las cadenas o barras que, si se rompían, hacían caer el puente entero. En cambio, con los cables de acero, compuestos por miles de hilos, si uno está mal o roto hay otros 5.295 intactos que sujetan la estructura.

Si en un laboratorio, de forma controlada, se someten a tensión una barra de acero (debilitada en un punto concreto) y un cable con varios hilos (también debilitados), para simular su ruptura; se ve como la barra de acero se rompe al alcanzar, aproximadamente, las 200 toneladas de presión, lo que genera una enorme cantidad de energía y sufre un colapso que, de darse en la vida real, podría derivar en la caída de todo un puente y dar lugar a una tragedia. En cambio, el cable formado por hilos, no da lugar a un fallo catastrófico sino que los hilos se van rompiendo uno a uno, mientras otros continúan sosteniendo la estructura. A diferencia de lo que le ocurre a la barra, cuando un hilo del cable se rompe, el resto sujeta la carga. Por lo que, si finalmente, todos los cables se rompieran, sería algo gradual y no una enorme explosión. Es por eso que los cables de suspension para los puentes suponen una gran solución.

Cada uno de los cuatro cables que se encuentran en este puente es capaz de sostener una carga viva de 12.000 toneladas. Además, se sabe que Roebling había calculado que con los soportes de cable metálico el puente era seis veces más resistente de lo estrictamente necesario, lo que explica que todavía se mantenga en pie cuando gran parte de los puentes colgantes construidos en la misma época no se mantienen.

Fue precisamente esa tecnología de acero la que permitió a John Augustus Roebling diseñar lo que era el puente más largo y resistente del mundo que en ese momento eclipsó el resto de obras de Estados Unidos y durante unos años sus torres (de 84 metros) lo convirtieron en la estructura más alta del mundo.

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El primer día de apertura pasaron por él 1.800 vehículos y 150.000 personas. Emily Roebling, esposa del ingeniero, y el presidente Chester Arthur fueron los primeros en cruzar el puente en carruaje. En su construcción se gastaron 15,1 millones de dólares y murieron 27 personas, quizá lo más curioso es que después de 17 años tratando de llevar a cabo su proyecto, J. A. Roebling murió 5 días después de que se aprobara. Al parecer un ferry le aplastó un pie y, pese que a le amputaron el miembro, murió al poco tiempo como consecuencia de la gangrena, al negarse a tomar medicación.

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