
Grecia y Roma, dos imperios que crecieron también en altura: la invención de la grúa
Es complicado datar los periodos históricos y las civilizaciones dado que no existe un día exacto en el que todo comienza y otro en el que acaba sino que suelen ser momentos muy prolongados a lo largo del tiempo. Aun así, los historiadores asignan fechas estimadas a determinadas épocas con el fin de poder organizar su trabajo y la historia del mundo. Así pues consideran que la denominada como Antigua Grecia habría arrancado su historia en torno al 1200 a.C. con final en el 323 a.C. con la muerte de Alejandro Magno aunque hay quienes la prolongan hasta la conquista de Roma en el 146 a.C.
En esa historia, dividida en distintas Épocas, la conocida como Arcaica está asociada a la aparición de las primeras polis (primeras ciudades-estado) como resultado de la unión de las que hasta ese momento habían sido pequeñas aldeas, compuestas principalmente por clanes familiares.

Coincidiendo con esa agrupación aparece también el interés de los griegos por construir en altura y son ellos quienes por primera vez se plantean la necesidad de utilizar herramientas o instrumentos que les hagan la tarea más sencilla. Porque no olvidemos que otras culturas anteriores, como la Egipcia, ya habían creado altísimas edificaciones pero (por lo que se sabe hasta la fecha) siempre a costa de la fuerza humana.
La introducción del torno y la polea para reemplazar las rampas como medios principales de movimiento vertical, que eran utilizados para subir los bloques a las estructura en cuestión, hizo que la construcción de los templos griegos fuera mucho más sencilla, pues esto permitió la carga de muchas piedras pequeñas en lugar de pocas piedras más grandes, como ocurrió en el caso de las grandes pirámides de Giza, siendo el nuevo sistema mucho más práctico.
Es así como aparecen las primeras grúas que, por regla general, contaban con poleas acanaladas, contrapesos, mecanismos simples, etc. y estaban diseñadas para ser accionadas por hombres o animales. Gracias a su existencia actualmente podemos disfrutar de construcciones tan maravillosas como el Partenón de Atenas.
Y si Grecia tuvo la idea, Roma la perfeccionó. Tras la conquista del estado de Corinto (146 a.C.), los romanos se apropiaron de los avances alcanzados y los aprovecharon para su beneficio, lo que llevó a que fuera en la antigua Roma donde la grúa encontró su auge y aparecieron diferentes modelos:

Trispastos: La más simple. Estaba compuesta por una horca de una sola viga, un torno, una cuerda y un bloque que contenía tres poleas, de lo que se generaba una ventaja mecánica de 3 a 1, por lo que un hombre que podía realizar un esfuerzo de 50 kilogramos era capaz de levantar 150 kilogramos por sí solo.
Pentaspastos: Uno de los tipos de grúa más pesado, el cual funciona con 5 poleas. Esta grúa fue utilizada para el movimiento de bloques pesados en la construcción de grandes edificios.
Polyspastos: Era operada por 4 hombres en ambos lados del torno. Se trata de la más grande y pesada, ya que funciona con un sistema de tres por cinco poleas con dos, tres o cuatro mástiles, dependiendo de la carga máxima. El Polyspastos podía levantar hasta 3.000 kg (3 cuerdas × 5 poleas × 4 hombres × 50 kg = 3000 kg). Mediante el mismo sistema se podía doblar su carga máxima a 6.000 kg con solo la mitad del equipo. Sin embargo, se cree que los ingenieros romanos lograron la elevación de estos pesos extraordinarios por medio de una torre.
Una torre para mayor peso: Las torres de elevación eran instaladas con cuatro mástiles, arreglados en la forma de un cuadrilátero con los lados paralelos, con la columna en el medio de la estructura. En la tierra a su alrededor se colocaban cabrestantes.


Las primeras grúas se construyeron de madera, pero desde la llegada de la revolución industrial los materiales más utilizados son el hierro fundido y el acero. La primera vez que se les proporcionó energía mecánica fue mediante máquinas de vapor, ya en el s. XVIII. En la actualidad, las grúas modernas utilizan generalmente motores de combustión interna o sistemas de motor eléctrico e hidráulicos para proporcionar fuerzas mucho mayores, aunque las grúas manuales todavía se utilizan en los pequeños trabajos o donde es poco rentable disponer de energía. De hecho, cabe señalar que existen numerosos tipos de grúas adaptados a multitud de propósitos e incluso a día de hoy se funciona con ellas en el mar, a bordo de buques. Desde Serycoin tenemos mucho que agradecer a todos estos avances de los que cada día nos beneficiamos en nuestro trabajo y sin los cuales no podríamos ofrecer el servicio de calidad que requieren nuestros clientes.